Utilizar más radiación de la necesaria para obtener un diagnóstico médico puede exponer al paciente a un riesgo mayor sin que ello le reporte ningún beneficio adicional. Lo ideal es que los procedimientos de imagenología médica se realicen únicamente cuando estén debidamente justificados y que empleen la menor cantidad posible de radiación que sea necesaria para obtener una calidad de imagen suficiente para diagnosticar enfermedades o lesiones. De acuerdo al principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable).
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