Control de plaga utilizando la técnica de los insectos estériles (TIE)
La mosca tsetsé es un insecto hematófago que cada año mata a más de tres millones de reses de ganado en el África subsahariana, lo cual representa para la industria agropecuaria un costo anual de más de 4000 millones de dólares. Estas moscas transmiten parásitos que causan en el ganado una enfermedad debilitante denominada nagana. En algunas zonas de África, la mosca también es responsable de más de 75 000 casos de la “enfermedad del sueño” en los seres humanos, que afecta al sistema nervioso central y provoca desorientación, alteraciones de la personalidad, balbuceos, convulsiones, problemas para caminar y hablar y, en última instancia, la muerte.
Las campañas de erradicación llevadas a cabo anteriormente en la región de Niayes entre 1971 y 1981 redujeron la población de moscas tsetsé durante una década, pero la reaparición de la plaga en 2003 ha tenido hondas repercusiones para el ganado y para el medio de vida de los agricultores desde entonces. Las investigaciones revelaron que los intentos de erradicación anteriores fueron infructuosos porque las campañas no consiguieron llegar a toda la población de moscas tsetsé de la zona, dejando focos residuales a partir de los cuales ha podido recuperarse la población.
Precisamente en estas circunstancias, la esterilización con técnicas nucleares es el medio más eficaz. En Senegal se ha implementado con éxito una técnica de control del nacimiento de los insectos que emplea la irradiación para esterilizar a las moscas macho y reduce la población de moscas con el tiempo. Esta técnica ha suprimido la población de moscas en un 98 % en dos de las tres zonas infestadas por tsetsé de Niayes.
La técnica de los insectos estériles (TIE), es una modalidad de lucha contra las plagas que utiliza la radiación ionizante para esterilizar moscas macho que se producen en masa en instalaciones de cría especiales [1].
Cuando una hembra silvestre y fértil se aparea con un macho criado y estéril y luego de tal acción sus espermatecas quedan llenas con el esperma no viable de su pareja, ésta hembra no podrá fecundar sus óvulos y por lo tanto no habrá descendencia, reduciéndose la población en la siguiente generación.
Uno de los objetivos es lograr la mayor cantidad posible de los primeros apareamientos de machos estériles con hembras silvestres, antes que lo hagan los machos fértiles, lo cual puede lograrse criando insectos de alta calidad y sexualmente competitivos, para ser liberados en cantidades superiores a las de los machos silvestres. La cantidad de insectos a ser liberados en un espacio dado, se relaciona directamente con los datos que se obtienen de la información precisa proporcionada por el monitoreo biológico: tanto el trampeo de adultos como el muestreo de frutos al azar y estratificado, nos permite cuantificar la población salvaje de insectos presente [2].
En consecuencia, esta técnica puede llegar a erradicar las poblaciones de moscas silvestres. La TIE es una de las tácticas de control más respetuosas con el medio ambiente y suele aplicarse como componente final de las campañas integradas de eliminación de poblaciones de insectos.
Antecedentes
Los trabajos sobre aplicaciones de radiación ionizante a insectos iniciados en la segunda década del siglo XX (en 1916 se comprobó que Lasioderma serricorne [Coleoptera: Anobiidae] expuesto a rayos X producía huevos no viables), sirvieron para que a partir de esa información los científicos Raymond Bushland (1910-1995) y Edward Knipling (1909-2000), investigadores del USDA Menard (Texas), en 1937 comenzaran a orientar su atención hacia el gusano barrenador que diezmaba los rebaños de ganado en el sudoeste de Estados Unidos.
Luego de algunas interrupciones debido a la 2º Guerra Mundial, concibieron la teoría sobre la Técnica del Insecto Estéril: a partir de la aplicación de dosis bajas de radiación ionizante a especimenes inmaduros de Cochliomyia hominivorax [Diptera: Calliphoridae] para producirles esterilidad, los investigadores comprobaron que luego de la liberación a campo de miles de estos insectos, se establecía una competencia con sus similares salvajes y después de la cópula no se reproducían, por lo tanto las poblaciones comenzaban a reducirse. Así fue como se logró en 1950 la erradicación del gusano barrenador (GBG) en el sudeste de Estados Unidos de América y en la Isla Sanibel (Florida) y en 1954 en la Isla Curaçao; actualmente ese insecto permanece erradicado desde EUA hasta Panamá. Por tales logros ambos biólogos recibieron conjuntamente, entre otros reconocimientos, el Premio Mundial de la Alimentación en 1992 [2].
Recientemente los drones también están consolidando su importancia como herramienta de investigación científica. Estos sistemas aéreos dirigidos de forma remota podrían convertirse en un futuro no muy lejano en los mejores aliados de los agricultores, que ya los han empezado a utilizar para erradicar plagas de polillas en huertos de manzanas.
En Estados Unidos, un grupo de entomólogos del departamento de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Michigan ha usado por primera vez drones para rociar campos de cultivo de manzanas con insectos estériles.
Tradicionalmente, estas plagas se han erradicado mediante el uso de insecticidas y la interrupción del apareamiento basada en las feromonas, que permite reducir el tamaño de las poblaciones y usar menos insecticidas. No obstante, se trata de soluciones caras cuyos resultados no son inmediatos [3].
[1] https://www.iaea.org/sites/default/files/bull561_mar2015_es.pdf
[2] https://www.monografias.com/docs111/tecnica-insectos-esteriles/tecnica-insectos-esteriles.shtml#latecnicaa