Viabilidad Tumoral
Expositor: CEO Serofca. MsC. Omar Arias
Una lesión tumoral está caracterizada por un crecimiento acelerado desordenado de células respecto a las células normales, sin embargo existe un cierto orden, distinto a las células normales. Las células tumorales compiten por los nutrientes con las células normales. Tienen alta necesidad de captación de nutrientes, por consiguiente su población crece más rápidamente que las células normales, además tiene una cierta morfología irregular y compleja. Una lesión tumoral está constituido por células basales, invasoras e incipientes, un primer grupo de células que tiene una replicación acelerada, la cual a medida que crecen comienzan a perder nutrientes y oxígeno, conduciendo a la muerte celular, estas células serán células necrótica, luego un grupo de células en estado latente con poca oxigenación y cierta accesibilidad a los nutrientes, son más invasivas y compiten con las células normales, estas se encuentran en la frontera de la lesión tumoral y otro grupo de células incipientes que pueden migrar por el torrente sanguíneo generando metástasis.
En las lesiones tumorales existe una delimitación de volumen, por ejemplo en los sistemas de planificación en radioterapia se definen un volumen tumoral visible GTV, un volumen tumoral subclínico CTV formado por el GTV mas el margen por enfermedad subclínica y un volumen de planificación PTV, el cual tiene en cuenta todas las variaciones geométricas, por ejemplo el movimiento, es el volumen que asegura que la dosis prescrita llegue al CTV.
La viabilidad tumoral se refiere a las células que están realmente activas, desarrollándose, creciendo y que pueden causar daño al tejido sano.
Para estudiar la viabilidad tumoral se pueden utilizar equipos de radiodiagnósticos como los TC, los utilizados en medicina nuclear como gammacamaras, PET o PET – CT.
La TC nos proporciona una imagen anatómica estructural y permite una corrección por atenuación de los diferentes tipos de tejido, permite estudiar casi todos los órganos internos del cuerpo, desde la cabeza hasta las extremidades, incluyendo los huesos, tejidos blandos, corazón y vasos sanguíneos. La TC es una exploración o prueba radiológica muy útil para el estadiaje o estudio de extensión de los cánceres en especial en la zona craneana, como el cáncer de mama, cáncer de pulmón y cáncer de próstata.
En las gammacamaras la imagen realizada se llama gammagrafía, un procedimiento de diagnóstico que se basa en la detección de la captación de un determinado radiofármaco. El radionúclido (radiofármaco) usado en la gammagrafía es frecuentemente el (99mTc) Tecnecio-99 metaestable, el cual emite radiación gamma de 511 kev al decaer a 99Tc. Aporta información morfológica y funcional.
La tomografía por emisión de positrones, también denominada imágenes por PET o exploración por PET, es un tipo de imagen de medicina nuclear.
La medicina nuclear utiliza pequeñas cantidades de material radioactivo unido a un fármaco que se fijará al órgano o target que queremos evalaur; y nos permite diagnosticar, evaluar o tratar una variedad de enfermedades. Las mismas incluyen varios tipos de cánceres. Debido a que los procedimientos de medicina nuclear pueden detectar actividad a nivel molecular, ofrecen la posibilidad de identificar enfermedades en sus etapas tempranas
Los procedimientos por imágenes de medicina nuclear no son invasivos. Con la excepción de las inyecciones intravenosas, por lo general, son indoloros. Estos estudios utilizan materiales radiactivos denominados radiofármacos. Las radiosondas son moléculas unidas, o «marcadas» con, una pequeña cantidad de material radioactivo que se puede detectar en una exploración por PET. Las radiosondas se acumulan en los tumores. También se las puede acoplar a proteínas específicas del cuerpo. La radiosonda más comúnmente utilizada es la fluorodesoxiglucosa F-18, o FDG, una molécula similar a la glucosa. Las células cancerosas son metabólicamente más activas y pueden absorber glucosa a una tasa más alta. Una cámara especial detecta las emisiones radioactivas de la radiosonda. Casi todas las exploraciones por PET se hacen con los exploradores combinados PET/TC. Estas exploraciones combinadas ayudan a identificar actividad metabólica anormal y pueden proporcionar diagnósticos más precisos que cuando se realizan las dos exploraciones en forma separada. La zona a ser irradiada pudiera disminuirse hasta en 50 % con este tipo de estudio en comparación a la TC.
Habitualmente se realiza hoy en día un estudio PET-CT, es decir que se fusionan las imágenes funcionales del PET con una imagen de TC.
Con este tipo de estudio se puede hacer un seguimiento o análisis de recurrencia o progresión tumoral, incremento de tamaño tumoral, desarrollo de nuevas lesiones y desarrollo de metástasis. Para ello es posible recurrir a la fusión de imágenes.
La fusión de imágenes complementa Una imagen morfo estructural que nos proporciona la tomografía y una imagen funcional fisiológica que nos proporciona la medicina nuclear.
Esta fusión puede hacerse matemáticamente debido a que las imágenes son matrices numéricas que caracterizan la imagen.
La buena fusión de imagen ya sea en un mismo equipo PET-CT o en equipos diferentes nos permitirá un estudio más preciso de la lesión.
Figura 2. Imágenes de TC (A, C) y 18-fluorodesoxiglucosa (FDG) de flúor (B, D) en una paciente de 50 años con tumor del estroma gastrointestinal (punta de flecha) y espondilodiscitis (flecha) concomitantes. Hubo un aumento inespecífico de la captación de FDG tanto en el tumor como en la lesión inflamatoria en el momento del diagnóstico (A, B). Después de la terapia antineoplásica con Imatinib y la terapia con antibióticos, ambas lesiones mostraron una disminución de la captación de FDG (C, D), lo que demuestra una buena respuesta al tratamiento metabólico.
En el siguiente video pueden observar el Conversatorio