
Energía de fusión en 2025: seis tendencias mundiales para contemplar
El panorama de la energía de fusión está evolucionando rápidamente. La fusión, antes limitada a la investigación experimental, ahora se perfila como una prioridad estratégica nacional de investigación y desarrollo. En la publicación Perspectivas del OIEA sobre la fusión en el mundo 2025 se destacan los principales avances en materia de energía de fusión en todo el mundo.
1. La energía de fusión avanza cada vez más rápido
La fusión ha entrado en una nueva fase decisiva. El ITER, el experimento de fusión más grande del mundo, sigue siendo la principal labor internacional que impulsa el progreso científico y técnico. Un total de 33 naciones y miles de ingenieros y científicos colaboran en la construcción y la operación de un dispositivo de fusión por confinamiento magnético denominado tokamak, diseñado para demostrar la viabilidad de la fusión en cuanto fuente de energía a gran escala que no genera emisiones de carbono.
Al mismo tiempo, los gobiernos, el sector privado y las empresas de servicios públicos están poniendo en marcha iniciativas complementarias que amplían el panorama mundial de la fusión. Se están construyendo nuevas instalaciones, las iniciativas público-privadas están cobrando impulso y los reguladores están elaborando marcos a medida para acompasar el ritmo. Y los usuarios finales parecen depositar cada vez más confianza en la tecnología al concertar contratos anticipados de compra de energía eléctrica.
2. La inversión privada supera los 10 000 millones de dólares de los Estados Unidos
La inversión privada mundial en fusión ha superado los 10 000 millones de dólares, lo que pone de manifiesto la creciente confianza en el sector. La financiación procede de fondos soberanos, grandes empresas y usuarios de energía, que apoyan a una nueva generación de desarrolladores y tecnologías de fusión.
3. La fusión desempeñará un papel importante en la matriz eléctrica del futuro
Se prevé que la energía de fusión desempeñará un papel importante a la hora de satisfacer la creciente demanda mundial de electricidad limpia de carga base. Por primera vez, en la publicación Perspectivas del OIEA sobre la fusión en el mundo se incluye una modelización global del despliegue de la energía de fusión, realizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En ese estudio se examina, a partir de diversos supuestos en materia de políticas, costos y tecnología, cómo podría contribuir la fusión a la matriz eléctrica del futuro.
En la hipótesis de costos de capital más baja, de 2800 dólares/kW en 2050, la contribución de la fusión a la generación de electricidad podría alcanzar hasta el 50 % en 2100. Incluso en la hipótesis de costo más elevada, 11 300 dólares/kW, se prevé que la energía de fusión alcance el 10 % de la generación mundial de electricidad en 2100.
En la modelización también se destaca el valor económico de la fusión: con un aumento de la demanda de generación de electricidad limpia, la fusión podría añadir billones de dólares al PIB mundial.
4. La colaboración internacional está cobrando fuerza
El Grupo Mundial sobre la Energía de Fusión del OIEA, creado en 2024, está fomentando el diálogo y la armonización a escala mundial. En la actualidad hay más de 160 instalaciones de fusión en funcionamiento, en construcción o planificadas, y la cooperación internacional se está ampliando a través de plataformas multilaterales. Aunque actualmente no existe una definición armonizada a nivel mundial de central de fusión, muchas jurisdicciones reconocen la necesidad de establecer regímenes claros en relación con las máquinas de fusión destinadas a producir electricidad o calor para uso comercial.
5. La tecnología de fusión se diversifica
La fusión avanza a través de múltiples esfuerzos paralelos. Partiendo de la base establecida por colaboraciones internacionales a gran escala como el ITER, en los sectores público y privado se están desarrollando una serie de mecanismos como tokamaks, estelarátores, conceptos de confinamiento inercial y mediante láser, conceptos magneto-inerciales, máquinas de espejos, configuraciones de campo invertido y efectos pinch entre otros. Esta variedad está impulsando la innovación y afianzando al sector en su búsqueda de caminos para hacer realidad la energía de fusión.
6. Imanes superconductores de alta temperatura para dispositivos de fusión más pequeños
En la edición de 2025 de las Perspectivas del OIEA sobre la fusión en el mundo se presta especial atención a los imanes superconductores de alta temperatura (HTS), que podrían revolucionar el diseño de las instalaciones de fusión de próxima generación. Aunque los HTS podrían utilizarse para diseñar dispositivos de fusión más compactos y eficientes, aún se necesitan ajustes importantes de diseño e ingeniería para encontrar el adecuado equilibrio entre ventajas y desventajas.
Los imanes HTS se utilizan cada vez más en diversos conceptos de fusión, como los tokamaks, los estelarátores y las máquinas de espejos. En proyectos como SPARC y WHAM se están integrando bobinas HTS para mejorar el rendimiento y reducir el tamaño, el costo y el tiempo de desarrollo. En varios diseños en construcción también se están evaluando las tecnologías HTS como componente central de los sistemas [1].
Existen decenas de conceptos de central de fusión que están en diversas etapas de desarrollo en Alemania, el Canadá, China, la República de Corea, los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Israel, el Japón, el Reino Unido y Suecia, con fechas de conclusión que van desde finales de la década de 2020 hasta mediados de la década de 2050. Impulsan estos proyectos tanto Gobiernos como empresas privadas y algunas empresas mixtas de carácter público-privado.
Estados Unidos de América ARC (Commonwealth Fusion Systems) Commonwealth Fusion Systems (CFS) avanza en sus planes para financiar, construir y explotar su primera central de fusión, ARC, en el condado de Chesterfield (Virginia, Estados Unidos). Está previsto que la central, capaz de producir 400 MW(e), empiece a generar electricidad a principios de la década de 2030. ARC es un tokamak de razón de aspecto convencional en el que se utilizan campos magnéticos para confinar y controlar un plasma en condiciones suficientes para sostener un proceso de fusión. Es de un tamaño comparable al de una central eléctrica de gas natural y su diseño incluye características de mantenimiento que posibilitarían como mínimo 20 años de servicio operativo. El diseño de ARC se basa en el de SPARC, un tokamak de CFS actualmente en construcción que incorpora imanes HTS para crear un campo magnético más potente, lo que permite que el dispositivo sea más pequeño y económico. La previsión es que SPARC, cuya construcción ya está concluida en aproximadamente un 60 %, valide empíricamente la ganancia neta de energía de fusión en 2027. Los datos operacionales obtenidos con SPARC sentarán directamente las bases del diseño definitivo de ARC. CFS, que ha comunicado la obtención de financiación relacionada con la fusión por valor de unos 2100 millones de dólares de los Estados Unidos, cuenta con más de 1000 empleados a tiempo completo. En la actualidad, el equipo está centrado en la construcción de SPARC, la fabricación de imanes HTS en la instalación de la empresa destinada a ello y el diseño de ARC.
Japón, FAST (Kyoto Fusioneering) El proyecto de Fusión en Tokamak Superconductor Avanzado (FAST), que encabeza Kyoto Fusioneering, apunta a validar empíricamente la posibilidad de sostener descargas de plasma de deuterio-tritio de hasta 1000 segundos de duración, conseguir una potencia de salida de 50 MW a 100 MW y, a la postre, demostrar la posibilidad de generar electricidad por fusión para el decenio de 2030, utilizando un diseño de tokamak compacto con imanes superconductores de alta temperatura (HTS). El proyecto FAST reúne a asociados de universidades, centros de investigación y empresas del Japón, el Reino Unido, los Estados Unidos de América y el Canadá [2].
[2]https://www-pub.iaea.org/MTCD/Publications/PDF/p15937-25-02871S_WFO25_web.pdf



